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Premio a las cronistas sociales

Ana Mercy Otáñez amercy@gmail.com

Con alegría y mucho entusiasmo, hace algunos días me sentí más miembro que nunca de la Asociación Dominicana de Cronistas Sociales, gremio profesional al que pertenezco desde su formación hace dieciocho años. Involucrarme desde la acera del frente en la cuarta edición del Premio Nacional que otorga la entidad a las mujeres y hombres que cubren la fuente social fue una grata experiencia de complicidad y satisfacción. La noche me avisaba que vería a mis amigas, colegas y compañeras vestir sus mejores galas, esas que construyen a diario con su pluma y encuentran espacio en los distintos medios de comunicación donde llegan a los lectores, televidentes y oyentes. La sala Máximo Avilés Blonda del Palacio de Bellas Artes se vistió de tonos rosa con un aire sofisticado y elegante bajo la idea, producción y montaje de mi amiga Zayenka Martínez. La escenografía me pareció delicada, sobria y a la altura de la fuente periodística que cuenta los detalles de las actividades y los eventos sociales más importantes de nuestro país y el mundo. Con delicados tonos y una mezcla exquisita de lo tradicional con lo moderno, pusieron de manifiesto el sentir de la crónica a través de los destellos de luces y el buen sonido que permitió el disfrute de Leo Suberví, de los artistas invitados, así como del galán Eddy Herrera, quienes dieron el toque de sabor a la noche. Llegué al Palacio de Bellas Artes cargada de emociones, porque valoro tanto el trabajo de mis colegas, pasé por ahí y sé mejor que nadie la valía de este responsabilidad que realizamos con pasión, amor y mucha entrega… María Isabel Matos, María Mercedes, Caroll Mueses, Yohana Hilario, Viena Divaluna, Rosa Francia Esquea, Giselle Castro, Ivelisse Villegas y Wanda Sánchez al recibir sus galardones derritieron mi corazón. Luego vino un importante reconocimiento póstumo a doña Pía Rodríguez; una mujer que dejó sus huellas en el periodismo nacional. Sin embargo, uno de los mejores momentos para mí fue cuando se reconoció a Miguel Franjul, director de este medio, como pionero de la crónica social. Aquí hago un stop para aplaudir de pie a uno de mis mentores, un hombre lleno de cualidades que me abrió puertas a importantes oportunidades profesionales que me ayudaron a construir el ser humano que soy hoy… Sin embargo, la noche tomó otro rumbo cuando llegó el momento de reconocer con el “Gran Premio a la Trayectoria” a mi “vecina”, colega, hermana, amiga y comadre Lady Reyes. Una mujer a la que me unen grandes batallas, buenas fiestas y maternidad compartida de proyectos. ¡Sus premios son míos! Con ella he subido cada peldaño de la escalera de nuestras vidas desde hace más de una década, así como somos de diferentes, también hemos sabido ser soporte una de la otra, nos escuchamos, nos sostenemos y hemos sabido perdonarnos y continuar juntas. Felicitarla es algo común, pero esta vez lo hago con palabras cargadas de satisfacción, entusiasmo, valor y mucho orgullo. ¡Cada vez que una mujer vuela alto y se desarrolla es una puerta que se nos abre a las demás! Muchas felicidades a todos los reconocidos y de manera especial a Rosa Arredondo y a los miembros de la directiva de la Asociación Dominicana de Cronistas Sociales, de igual forma a los colaboradores y técnicos. ¡Nos leemos la próxima semana con el favor de Dios!

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